¿Estás pensando en comprar un coche y revenderlo por piezas? En este artículo te contamos los límites legales que existen a día de hoy para llevar a cabo este tipo de operaciones, así como los casos en los que se trata de un trámite rentable y los que no. ¡Vamos a ello!
El mercado de recambios usados o ecológicos en España tiene un gran potencial: se estima que puede alcanzar los 900 millones de euros. Ahora bien, es rentable comprar un coche y revenderlo cuando el vehículo en sí ya tiene poco valor, pero sus piezas valen más por separado.
Ocurre sobre todo con coches que ya no circulan, pero que cuentan con faros, retrovisores, asientos u otros elementos que tienen mucha salida en el mercado. Por ejemplo, un vehículo con 20 años de antigüedad que no pasa la ITV, pero que cuenta con repuestos que son difíciles de encontrar y que, por tanto, pueden estar muy bien valorados.
Si buscas aún más rentabilidad, apuéstale a los coches de menos de 15 años. Anualmente, unos 700.000 coches dejan de circular en España, de los cuales 150.000 tienen menos de 15 años, lo que los convierte en una fuente ideal para el recambio de piezas.
También resulta rentable si estamos ante un modelo muy demandado (como puede ser un Ford Focus o un Volkswagen Golf) y que, al mismo tiempo, tiende a averiarse muy frecuentemente. En estos casos te aseguras de que las piezas del vehículo en cuestión vayan a tener mucha demanda, ya que los propietarios suelen preferir piezas de segunda mano para abaratar costes.
La clave fundamental para que te salga rentable la inversión es que el coche al completo apenas tenga valor, bien sea porque cuenta con un kilometraje muy alto, muchos años de antigüedad o alguna avería para la que no haya solución. Por ejemplo, un coche que ha sufrido un siniestro del que ha salido con el chasis destrozado, pero que su motor esté en perfecto estado. Solo así conseguirás pagar un precio muy bajo por el vehículo.
Desde que entró en vigor el Real Decreto 20/2017 del 20 de enero sobre los vehículos al final de su vida útil, no es posible vender las piezas de un coche por separado entre particulares. Antes de que apareciera la ley de recambios, sí que era muy común encontrar anuncios de reventa de piezas. Sin embargo, era un mercado que no estaba en absoluto regulado y en el que, precisamente por ello, se daban muchas estafas.
Para evitarlas, nace la normativa con la que contamos hoy en día, la cual no permite la venta de piezas que no procedan de un Centro de Tratamiento Autorizado de Vehículos o CATV, que es lo que se conoce como un desguace. En concreto, el Real Decreto dice lo siguiente: “Estos centros son los únicos autorizados para descontaminar los vehículos y extraer piezas y componentes de vehículos que previamente hayan causado baja definitiva en el Registro de vehículos de la Dirección General de Tráfico”.
Por lo tanto, para que puedas vender las piezas de un vehículo, en primer lugar este tiene que estar dado de baja definitiva, no temporal, algo que solamente puede hacer un CATV. Del mismo modo, será únicamente dicho centro el que cuente con la autorización de poner a la venta las piezas sustraídas.
Eso sí, existen diferentes opciones para revender las piezas de un coche, las cuales te vamos a explicar ahora mismo.
A continuación, te dejamos las opciones que tienes para revender un coche, ya sea al completo o por piezas. Cada una es mejor dependiendo de las preferencias de la persona en cuestión.
Ya has visto que no es posible vender las piezas de un coche a un particular. Sin embargo, sí que lo es vender el vehículo al completo. De hecho, suele ser la opción más rentable. ¿El motivo? Tienes mayor poder de negociación que con un concesionario. Eso sí, el coche debe estar en buen estado, haber pasado la ITV y no contar con grandes daños.
Por otro lado, la parte negativa de venderle un vehículo a un particular es que exige más tiempo y gestión, en tanto que tendrás que encargarte tú mismo de hacer las fotos, subir el anuncio a distintas plataformas, responder mensajes y concertar citas con los interesados. Por si fuera poco, también implica más riesgo.
Si no quieres complicarte demasiado y necesitas quitarte el coche de encima cuanto antes, esta es la mejor opción, ya que es la vía más rápida y cómoda. El concesionario se encargará de toda la gestión y te pagará al momento, contando con total seguridad en la transacción.
Ahora bien, el precio de venta siempre será más bajo que en el caso de un particular. Además, los concesionarios no suelen estar interesados en coches muy antiguos, con demasiados kilómetros o en mal estado, puesto que no les compensa reacondicionarlos.
Si el vehículo no funciona y no se puede reparar o no te merece la pena hacerlo, siempre puedes llevarlo a un desguace autorizado. Allí será donde tramiten la baja definitiva y, además, podrán extraer las piezas que sean reutilizables para venderlas de forma legal. Como adivinarás, es el método menos rentable de vender tu vehículo y solo es aconsejable si quieres venderlo por piezas porque de forma íntegra carezca de valor.
En cuanto al dinero que puedes llegar a conseguir vendiendo tu vehículo a un desguace, este depende de varias cuestiones. La marca del coche, el modelo y su estado son los elementos más importantes a la hora de fijar un precio de compra. Si tienes en tus manos un modelo muy popular o uno cuyos repuestos sufran una baja disponibilidad en el mercado, te pagarán más.
Piensa que, por regla general, un CAT te dará entre 50 y 200 euros por tu coche si está en muy mal estado o tiene muchos años de antigüedad. Si por el contrario tu vehículo está en buenas condiciones y tiene menos de 10 años, el precio de compra se sitúa entre unos 200 y 500 euros. En el caso de que estemos hablando de un vehículo de alta gama o cuyas piezas tengan mucho valor, podrías obtener entre 500 y 2000 euros.
Algunos talleres compran coches averiados para reparar y revender o para aprovechar ciertas piezas que necesiten. No es una opción tan habitual como las anteriores, pero puede ser interesante si el taller trabaja mucho con ese modelo específico y está interesado en el vehículo tal y como está.
Otra posibilidad es contactar directamente con profesionales del sector de recambios que estén interesados en piezas concretas. Algunos compran lotes de piezas usadas, especialmente si se trata de modelos populares o difíciles de encontrar, ya que estos recambios ecológicos podrían aplicarse en el 20% de las reparaciones y cuestan aproximadamente un 55% menos que los nuevos originales. Eso sí, tú no podrás venderle directamente las piezas, ya que lo impide la ley.
Si te decantas por esta opción, tendrás que venderles el coche completo, preferiblemente tras negociar con ellos el interés que tienen en ciertos repuestos. Ellos se encargarán de gestionar la baja definitiva del vehículo a través de un Centro Autorizado de Tratamiento (CAT), desmontarlo y recuperar lo que consideren útil. Tú recibirás una compensación económica en función del valor estimado de las piezas reutilizables, que suele ser superior al valor de la chatarra si el coche incluye componentes muy buscados.
Antes de la entrada en vigor del Real Decreto 20/2017, era habitual ver particulares vendiendo piezas de coches en plataformas como eBay, Milanuncios o Wallapop. Sin embargo, hoy solo pueden hacerlo los Centros Autorizados de Tratamiento (CAT) o empresas registradas que cumplan con los requisitos legales para la gestión de residuos y recambios.
En otras palabras: no puedes desmontar tu coche y subir sus piezas a internet para venderlas tú mismo, aunque el coche esté dado de baja. Eso solo lo pueden hacer empresas autorizadas. Si lo haces como particular, estarías incurriendo en una infracción.
Antes de poner a la venta el vehículo, es importante que tengas en consideración las siguientes cuestiones para no llevarte ningún disgusto.
Antes de tomar cualquier decisión, lo primero es analizar en qué estado se encuentra el vehículo. ¿Tiene el motor en buen estado? ¿Algún elemento importante roto? ¿Pasa la ITV? Si el coche sigue funcionando y está en buenas condiciones, lo más rentable sería venderlo al completo. Sin embargo, si ya no arranca, está muy viejo o ha sufrido algún siniestro, entonces lo mejor será pensar en venderlo por piezas a través de un CAT.
Busca en páginas de compraventa, foros especializados o incluso habla con talleres para hacerte una idea de cuánto podrían valer ciertas piezas de tu modelo. Algunos coches tienen piezas muy buscadas (faros, retrovisores, motores…), mientras que otros apenas tienen demanda. También puedes consultar webs de desguaces y ver cuánto piden por esas piezas. Cuanta más información tengas, más realistas serán tus expectativas.
¿Le das prioridad a la rentabilidad o a la rapidez? Hay quienes prefieren sacarle el máximo beneficio a la operación, aunque esto implique que la venta se retrase más. Por el contrario, hay quienes buscan justo lo contrario. Por lo tanto, debes tener claras tus preferencias antes de empezar el proceso.
Por otro lado, también te aconsejamos que no te quedes con la primera oferta que recibas. A veces un particular puede estar dispuesto a pagar más si necesita justo ese modelo o un taller te puede ofrecer más dinero que un CAT. Por tanto, lo mejor es que compares precios y, más allá de precios, las condiciones y los tiempos de pago. Piensa que hay algunas opciones, como los desguaces autorizados, que aunque te den menos dinero, te ahorran muchos trámites.
Aunque tu coche esté viejo o inutilizable, la primera impresión cuenta. Quita los objetos personales, limpia lo que puedas (por dentro y por fuera) y ten a mano los datos importantes: matrícula, marca, modelo, kilometraje, año de fabricación, etc. Así tendrás la posibilidad de recibir una oferta algo mejor. Por otro lado, te aconsejamos que le eches un vistazo a este artículo sobre cómo vender un coche usado.
Necesitarás, como mínimo, el permiso de circulación y la ficha técnica del vehículo. Si lo vas a dar de baja definitiva, asegúrate de que el desguace se encargue del trámite y te entregue el certificado correspondiente. Ah, y guárdalo, por si en un futuro surge algún problema legal.
En definitiva, como has podido ver, comprar un coche y venderlo por piezas se trata de una operación rentable siempre y cuando el vehículo tenga un precio muy bajo. De no ser así, lo mejor es venderlo de forma íntegra para poder sacar mayor beneficio. Si te decantas por esta opción, te recomendamos que antes le eches un vistazo a este otro artículo.
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